Orígenes Paleoliticos de la astronomía y la espiritualidad existencial.

 En todo el mundo son reconocibles trazos o pistas que nos dan a entender la estrecha relación  que el Homo (no solo sapiens, sino también Neandertal  y hasta erectus) daban a los animales que cazaban con los cuerpos celestes. La observación y estudio constante del cielo nocturno  era una actividad común  en que los humanos y todas las culturas prehistóricas y antiguas se volvieron expertos.

Propulsor con forma de mamut

La observación del sol, sus zonas de salida, las sombras que producen, sirven aún hoy de guía y orientación,  así como el seguir el vuelo de las aves ayuda a la ubicación y a direccionarnos en un camino desconocido.

Algunos antropólogos han estudiado la relación de los animales representados en el arte Paleolítico Superior con los fenómenos estacionales del año. Los animales eran dibujados cuando se entraban en celo o época de aparearse, muy relacionado esto con los cambios de estaciones.

Un ejemplo es la deposición  de huevos por parte de los salmones que son pescados tanto por osos como por las focas, en distintas latitudes del mundo, y que venía acompañado con la aparición de las flores en Primavera. En esta época se acostumbraba a realizarse ceremonias rituales con sacrificios del animal en cuestión, alrededor del equinoccio de primavera.

En España, en la localidad de Cueto de la Mina, se halló  una interesante incisión  en un cuerno, establecida al Magadaleniense superior (hace 12 mil a 10 mil años a.c.) con una serie de círculos hechos cotidianamente, basado en las fases lunares de un periodo de 9 meses. Esto serviría, entre otras cosas, para medir la fecha del parto en las mujeres.

Calendario rúnico vikingo

La técnica de sobreposicion de líneas, marcas o círculos por unidad de jornada temporal (días, meses actuales), servían además para señalar momentos significativos de los rituales . Son pues, los orígenes prehistóricos del calendario, y seguirían en uso en épocas posteriormente milenarias como en los bastoncillos calendáricos de Escandinavia incisos en los menhires y megalitos en el norte, en el almanaque inglés Clog traído por los vikingos, en el calendario siberiano de los lacures o en los petroglifos de los indígenas americanos, hasta llegar a los calendarios greco romanos, previo a la reforma del calendario juliano en el medioevo. Todas las culturas antiguas se basaban en el calendario nacido en el Paleolitico Superior para determinar sus cosechas, cacerías, actos espirituales y políticos, que daban legitimidad a la clase gobernante,como el acto de anunciar la crecida del Nilo el día exacto por el faraón. La presencia de tantos observatorios astronómicos de todo tamaño, como el más conocido como Stonehenge, son la prueba de la importancia de la observación astronómica, iniciada en las más elementales necesidades del hombre, como era la obtención  de su alimento  diario.

Escultura de cabra que eran cazadas y luego domesticadas en el Neolítico 

Este fenómeno cultural y universal de la humanidad fueron pues los inicios y las primera nociones de astronomía,  aritmética, y símbolos abstractos que darían lugar a la posterior escritura. Todo está herencia cultural  se la debemos a lo aprendido por nuestros ancestros en su etapa de cazadores y recolectores del Paleolítico Superior. 

La tribu más antigua del planeta Tierra son los Bosquimanos o Sam de Africa, con más de 30 mil años de existencia. No solo nos dan idea de cómo pudo ser el origen del lenguaje originario humano, sino que también ellos continúan usando la observación de los astros y su relación  con la época de cacería de cada animal.

La relación existente entre ciertas estrellas y constelaciones con la época exacta para la caceria de ciertas especies de animales, era una manera de nuestros ancestros de relacionar sus tótem de clan o tribu con las estrellas, dando así un sentido específico de espiritualidad y respeto, tanto al alma de aquel animal, como al deseo colectivo de desearle el mejor de los futuros a los descendientes de la tribu, a las futuras generaciones,  es decir, a nosotros.

El respeto al animal cazado es mantenido aún por los Bosquimanos,  quienes nunca quiebran los huesos  del animal, porque para ellos es como conservar el alma y asegurar la perpetuación de la especie  para que pueda continuar siendo cazada. Si se daña su esqueleto, se daña su luminosidad en las estrellas, formada por las almas de los animales.

Trasladandonos a los pueblos del Mesolítico, las tribus del Labrador muestran ideas que relacionaban el origen humano con el mundo celeste. Según ellos, las almas de los muertos esperaban en la luz de las estrellas por su reencarnación. Así mismo, los pueblos de la Patagonia decían que las estrellas eran almas de las personas que luego reencarnaban en los animales.

Estos datos prueban que fueron los cazadores recolectores  del Paleolítico Superior quienes dieron nombre a las constelaciones, asociando las estaciones del año con las migraciones y el aparejo de los animales. Estas observaciones son más evidentemente en los pueblos  ubicados en los trópicos de  cáncer y capricornio, donde por la posición terrestre es más posible ver algunas constelaciones  mejor que otras, que se verían mejor en los trópicos. Por ejemplo, en América, Mexicas,mayas e incas sintieron más la necesidad de construir templos alineados con los solteros y equinoccios, mientras que en los pueblos del Caribe, la abundancia de alimentos y la observación de diferentes constelaciones, no indujeron a esos aborígenes a construir grandes templos, ya que "los dioses les eran  benevolentes y estaban en armonía con ellos". Estas son solo hipótesis o teorías que valen la pena un profundo estudio.

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