Hegemonia tebana.
JENOFONTE TERMINA ASI SUS HELÉNICAS, con la Segunda la Batalla de Mantinea:
"Las consecuencias de este evento fueron contrarias a lo esperado. Casi toda Grecia se había enfrentado, pero nadie esperaba que en una batalla los vencedores no obtuvieran la supremacía y los vencidos no habrían sido sometidos. Pero la divinidad quizo que ambos bandos quisieran erigir un trofeo como si hubieran vencido, y ninguno impidió al otro alzarlo. Ambos bandos se concedieron una tregua como si hubiesen ganado, y ambos bandos pidieron tregua, como si hubieran perdido. Como los unos y los otros sostenían haber obtenido la victoria, no se hicieron nuevos progresos y en Grecia prevaleció la confusión y el caos del comienzo. Por lo que a mi respecta, mi escrito termina en este punto; de los eventos sucesivos quizás se ocupe algún otro."
Imagen IA del beotarca Epanimondas y el rey espartano Agesilao.
374 a.c.
El ateniense Ifícrates no solo realizó importantes reformas tacticas en la Guerra hoplítica, aligerando el equipo y dando mayor prioridad a la movilidad del peltasta (infantería ligero) frente al pesado (hoplita). También se mostró un habil trierarca (almirante de un trirreme ateniense, una nave de guerra de la antigua Grecia, era conocido como trierarca (griego: τριηραρχος). El trierarca era un ciudadano ateniense, generalmente de una clase social acomodada, que financiaba y comandaba el trirreme durante un año. )
En su Anabasis (VI,2,39) el ateniense Jenofonte dice: "Encuentro la estrategia de Ifícrates particularmente digna de elogio, así como el hecho que se le haya asignado tambiena Calistrato, el orador, y a Cabrias, un válido estratego."
Esparta con su rey Cleombroto, estaba de asedio en la Focida, enfrentados a los Beocios; Tebas era la potencia en ascenso. Atenas con su Segunda Liga Naval jugó un papel de mediador temporal. La hegemonía espartana mostró su vulnerabilidad en Corcira, donde su asedio falló. Fue así cuando Atenas mando a Ifícrates, Calias, Autocles y Calistrato a Esparta a ofrecer una paz para todos, recomendando el final de las dedarquias y guarniciones espartanas en las poleis por ellos dominadas. Los espartanos aceptaron, pero los tebanos no estaban dispuestos a hacer lo mismo y disolver su Liga Beocia.
Asi fue que el rey Cleombroto prosiguió sus maniobras militares en Focida. El enfrentamiento contra Tebas ya era inminente.
Comentarios
Publicar un comentario